En plena era global, la competencia entre las empresas se ha expandido tanto que es clave que tu marca tenga ese toque único que la diferencie dentro de tu sector. Es así, que la clave de los negocios está en el branding, es decir, en el poder de la marca como elemento diferenciador. La marca cuenta una historia, una experiencia por parte del cliente, que acaba por transmitirle una emoción. Además, también es fundamental para el posicionamiento, ya que favorece su visibilidad. Sin él, es difícil que el público ubique una marca.
Por otro lado, el branding y el marketing están estrechamente vinculados, ya que ambos dan sentido común a la marca y permiten su difusión hacia el público externo. Asimismo, también define las líneas comunicacionales de una marca en todos los canales, soportes y plataformas.